Las nuevas tecnologías impulsan el sector marítimo

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3/2/20234 min read

A lo largo de su existencia, el sector marítimo ha destacado por su rápida adaptación a los cambios y la incorporación de las nuevas tecnologías propias de cada tiempo.

A través de la tecnología, el sector ha encontrado la fórmula de diferenciarse, presentándose como un sector competitivo y generador de riqueza y empleo.

En los últimos años, sobre todo a raíz de la pandemia y de la puesta en marcha del Perte Naval, estamos siendo testigos de una apuesta total hacia el desarrollo de nuevos dispositivos más eficientes y eficaces, que pueden llegar a intervenir en infinidad de acciones del sector.

De la misma manera, se dibuja ya un escenario en el que lo digital, la interconexión y la inmediatez son parte esencial del día a día de esta industria en constante evolución.

Actualmente, el sector ya se encuentra inmerso en diversos proyectos innovadores de gran potencial relacionados con los mares y océanos, previéndose que tengan un impacto significativo en los próximos años.

En este sentido, según el informe sobre economía azul de la Comisión Europea, el sector está viviendo un avance tecnológico que crece a pasos agigantados en cuatro áreas: los instrumentos de detección e imágenes oceánicas (mediante el uso de inteligencia artificial y comunicación de máquina a máquina), la expansión de la cobertura espacial de conjuntos de plataformas flotantes y fijas de observación, la creciente autonomía de las plataformas móviles y los nuevos esquemas de integración de sistemas complejos.

Robótica marina

Los robots marítimos son uno de los instrumentos que se utilizan cada vez más en las actividades de la economía azul, pero su elevado coste, en muchas ocasiones supone una barrera de desarrollo en cuanto a I+D+i. Dichos robots se pueden utilizar para diferentes propósitos en el entorno marítimo, como análisis, investigación científica, exploración de petróleo y gas, vigilancia de fronteras o inspección de infraestructuras, entre otros.

Según señala la Comisión Europea, los robots submarinos se utilizan cada vez más para la vigilancia, incluida la defensa y el uso militar, pero también para fines industriales y comerciales, ya que permiten la exploración oceánica o submarina en situaciones ambientales desafiantes.

Teniendo esto en cuenta, son cada vez más los países que están utilizando este tipo de tecnología para navegar, monitoreando los movimientos que se producen en el agua.

Este tipo de uso, con fines de seguridad, está aumentando debido a la emergencia de riesgos relacionados con las ciberamenazas y las brechas tecnológicas, pero también se requiere de una mayor inversión en investigación e innovación. Según apunta la Comisión Europea, el tamaño del mercado de robótica subacuática se valoró en 2.685 mil millones de dólares en 2020 y se prevé que alcance los 6.719 mil millones de dólares en 2028.

En términos de aplicación, el mercado mundial de robótica submarina se puede utilizar para fines científicos, de defensa y de exploración comercial. Entre estos segmentos, el mayor uso se encuentra en la exploración comercial. Esto se debe a que actualmente muchos países están tratando de encontrar recursos alternativos de petróleo y gas que puedan satisfacer sus necesidades, lo que está propiciando que se exploren las aguas de todas las regiones, impulsando así el mercado de la robótica subacuática.

ROV y AUV

Dos de los principales tipos de vehículos acuáticos no tripulados son los vehículos operados a distancia (ROV) y los vehículos submarinos autónomos (AUV).

Un vehículo operado remotamente (ROV) es un vehículo submarino que, generalmente, está conectado a un barco mediante una serie de cables y se usa junto con un sistema de gestión de amarre (TMS). Estos cables transmiten comandos y señales de control entre el operador y el ROV, lo que permite la navegación remota del vehículo.

El crecimiento del segmento de ROV se atribuye al aumento de la industria de perforación y petróleo en aguas profundas en alta mar, debido a su necesidad de realizar operaciones submarinas, como ensamblaje de equipos, perforación, reparación submarina y mantenimiento.

Por otro lado, un vehículo submarino autónomo (AUV) es un vehículo submarino que no requiere de la intervención de un operador. Es capaz de realizar actividades simples con poca o ninguna supervisión humana. Los AUV se utilizan a menudo como plataformas de estudio para cartografiar el fondo marino o caracterizar las propiedades físicas, químicas o biológicas del agua.

Otro tipo de robótica utilizada en el entorno marítimo son, por ejemplo, los sistemas de aeronaves pilotadas a distancia (RPAS), muy utilizadas en operaciones de vigilancia. Se trata de naves pequeñas y ligeras con un amplio alcance y la capacidad de permanecer en el aire durante muchas horas, mientras se controlan eficazmente desde tierra y envían datos e imágenes detallados. Se utilizan para el seguimiento y detección de contaminación marina, vigilancia marítima polivalente o seguimiento de buques, entre otras actividades.

Según la Comisión Europea, el avance tecnológico en el campo de los sensores y en la tecnología robótica de última generación contribuirá al crecimiento del mercado de AUV. Sin embargo, a pesar de su importancia, la adopción masiva de la robótica marina se ha visto limitada debido a los altos costes asociados con la I+D, la complejidad de las operaciones submarinas, como la comunicación y la navegación, así como las limitaciones tecnológicas.

Tener las habilidades adecuadas para diseñar, crear y operar estos robots también es un desafío importante que debe abordarse en el futuro. Los desafíos legales relacionados con los robots, los sistemas autónomos y basados en inteligencia artificial (IA) es otro de los temas importantes a analizar en este ámbito.